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Siete consejos para ahorrar en aire acondicionado este verano

Atecalsa
Jul 2 2022

Llega el buen tiempo y la calefacción deja paso al aire acondicionado. Parece que con el buen clima y el aumento de las horas de sol, encenderás menos la luz y ahorrarás en la factura. Una falsa creencia que puede ser contraproducente si no se hace un uso eficiente y responsable del aire acondicionado en verano

Según los últimos resultados del estudio Fintonic, el español medio destina 101,7 euros al mes en suministros del hogar como agua, gas o electricidad dependiendo de la región. Un gasto que puede llegar a dispararse en verano con el consumo del aire acondicionado. Especialmente, cuando la temperatura exterior es más elevada, lo que puede engordar la factura seriamente. Por su parte, atendiendo a los estudios publicados por Mirubee, el consumo medio en el mes de julio es de 7 KWh por día, lo que supondría un incremento de 30 euros adicionales en la factura. Finalmente, según un informe realizado por AIS Group, la factura mensual puede superar los 90 euros únicamente en el mes de julio por el excesivo uso del aire acondicionado.

Cuánto consumes

Para establecer un consumo miedo y concienciarse del gasto que supone, se debe conocer cuánto consume realmente el dispositivo. Por ejemplo, si tu equipo de aire acondicionado tiene una potencia eléctrica de 2000W cada hora (2 kW por horas), significa que cada hora que el aparato esté enfriando a plena potencia, va a consumir 2000 W. Poniendo un precio medio de electricidad de 0.15 por cada kW (precio extraído del verano de 2015), deberás multiplicar por las horas que lo tienes encendido para poder estimar el gasto medio. Si, por ejemplo, lo dejas funcionando toda la noche, te costará 2,5 euros, aproximadamente.

 

Cómo ahorrar

El aire acondicionado es una herramienta perfecta para estar a gusto en casa, no sufrir golpes de calor y beneficiarte de la tecnología de hoy en día. Sin embargo, no hacer un uso eficiente y responsable de ello, puede repercutir negativamente en nuestra salud, porque los peores resfriados se cogen por exceso de aire acondicionado, y en nuestro bolsillo.

  1. En primer lugar, elige un aparato eficiente. Todos los electrodomésticos tienen una etiqueta identificadora en la que se indica el grado de eficiencia que tiene. La letra A, acompañada de «+» y el color verde, son indicativos de un aparato eficiente energéticamente. Adquirir un electrodoméstico eficiente, con un indicativo A+++, supone un ahorro de un 40% en el consumo de energía.
  2. Instala los aparatos lo más alejado del sol directo posible. Si el sol le da constantemente no solo puede dañar el sistema, sino que le costará más funcionar y, por tanto, consumirá más.
  3. Poner el aparato a una temperatura media. Para que puedas hacerte una idea, el Ministerio de Industria aconseja que se debe fijar el termostato en 24 grados, pero el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDEA), sin embargo, considera que el cuerpo se debe adaptar a la temperatura del verano, y se debe ir con ropa más ligera y poner el termostato en 26 grados. Seguro que en tu casa lo pones más bajo, porque el 85% de las personas lo establece entre los 20 y los 21 grados, así que toma nota de cómo fijarlo de la forma más eficiente. Para ello, debes saber que la diferencia máxima entre la temperatura que haya en el exterior y en el interior debe ser de 12 grados. Cada grado de diferencia que pongas, consumirás un 8% más de energía.
  4. En caso de tenerlo, instalar el modo Eco, ya que permite reducir el consumo en un 30%.
  5. Evita ponerlo de noche. Incluso si tiene un modo especial de consumo menor, es mejor que te acuestes cuando esté fresquito y lo apagues. Abre las ventanas para haga corriente y reducirás muchas horas de consumo. Además, es muy perjudicial dormir con el aire acondicionado puesto. Reseca las mucosas (de los ojos, garganta, nariz), entumece las articulaciones, etc.
  6. Aísla tu hogar. Un buen aislamiento mantiene la temperatura interior. Por la noche, abre ventanas y persianas, dejando que entre el aire, y por las mañanas, cuando da el sol, baja las persianas para mantener la temperatura interior y evitar que caliente. Cuando pongas el aire acondicionado, en cambio, cierra todas las puertas y ventanas, para no derrochar energía.
  7. Limpia el aparato regularmente. Los filtros de aire, cuando están sucios obligan a la unidad a consumir más energía de la habitual para poder refrigerar.

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