La evacuación de humos de una caldera puede presentar la gran mayoría de los problemas en las calderas individuales, ya que en los edificios las chimeneas colectivas de obra tienen defectos desde su ejecución, para poder evitar problemas se opta por lo normal sacar la evacuación de humos por la fachada.
Las chimeneas son los elementos encargados de evacuar los humos hasta el exterior de los edificios, siempre por encima de la cubierta. Sus trazados prácticamente son verticales en su totalidad.
Según la normativa vigente, cada tipo de caldera debe contar con uno u otro tipo de sistema de evacuación de humos.
Las calderas de gas tipo C son calderas a gas con cámara cerrada tienen conductos de conexión especiales que mantienen la separación de los circuitos de humos respecto a todo su recorrido.
Están compuestas por dos conductos concéntricos, el interior se utiliza para la evacuación de los productos procedentes de la combustión (PdC), y el tubo exterior se utiliza para toma de aire del exterior.
Podemos clasificar las chimeneas por la forma de funcionamiento o tiro, material empleado para su construcción, forma constructiva o por el número de usuarios que vayan a conectarse.
En primer lugar, tenemos las chimeneas construidas en obra, es decir, con materiales refractarios como ladrillos. En segunda posición encontramos las chimeneas de estructura metálica; éstas son prefabricadas y pueden ser de acero o de material vitrificado, por poner algunos ejemplos. Finalmente, existen también las chimeneas o sistemas de evacuación de humos que emplean el omnipresente plástico, utilizado en aquellas calderas cuya evacuación de humos sea de baja temperatura.
Se trata sencillamente de la forma de los conductos del sistema de evacuación de humos. Estos pueden ser de formas circulares, elípticas, cuadradas o rectangulares.
Según el número de usuarios que vayan a conectarse, las chimeneas se clasifican como individuales o bien colectivas.